
Yo nunca he sido perdedora…pequeñita y menuda, llevo toda la vida luchando. He caído, recaído… y ha sido cada vez más duro, así me lo parece y no se puede explicar. He necesitado ayuda, pero he sido yo la que … Sigue leyendo
Yo nunca he sido perdedora…pequeñita y menuda, llevo toda la vida luchando. He caído, recaído… y ha sido cada vez más duro, así me lo parece y no se puede explicar. He necesitado ayuda, pero he sido yo la que … Sigue leyendo
Las tradiciones son inherentes al ser humano y, probablemente, nacen a la par que el hombre. Son costumbres, más o menos elaboradas, que se dieron en un momento y sobrevivieron algún tiempo o incluso han perdurado hasta la actualidad. Las … Sigue leyendo
Es una creencia que no sigue los procesos científicos y la razón, la ciencia, con el fin de explicar mágicamente los diferentes fenómenos y procesos que hay en nuestra vida.
La sociedad está llena de supersticiones, no sabiendo cuándo ni quienes fueron las que las crearon. Están desde tiempos inmemoriables. Hay personas que no tienen creencias en ellas y no les hacen caso, las toman por algo irreal. Hay otras que a pesar de que no se las creen, procuran seguir estas reglas y no romperlas, no vaya a ser que terminen cumpliéndose. Luego están los que les da igual, son los indiferentes.
Las supersticiones son fatalistas, ya que si no se cumple o no se realiza lo que dicen, algo malo te acabará ocurriendo.
Las personas que creen en las supersticiones piensan que algunos objetos dan buena suerte y les atribuyen poderes.
Se transmiten como una parte más de la cultura, de generación en generación, especialmente en Occidente.
Las primeras creencias de este tipo surgieron hace más de 50.000 años, con el fin de tranquilizar a las personas sobre los peligros que corría su vida por aquel entonces, y dar una explicación a distintos fenómenos.
Existen supersticiones diferentes: pasar debajo de las escaleras, ver un gato negro, casarse en martes y trece, levantarte de la cama apoyando el pie derecho, tirar la sal, romper un espejo, abrir un paraguas dentro de casa, vestir de amarillo…sobre estas acciones se dice que dan mala suerte.
En cambio, es positivo ponerse ropa íntima de color rojo en fin de año, pasar las manos por una joroba, cruzar los dedos para pedir un deseo, tocar madera, etc.
Pero todas ellas tienen su explicación, basada en las creencias de nuestros antepasados.
Raúl Diarte